Morderse las uñas, una manía peligrosa para la salud. ¿Cuántas veces te han dicho: “¡deja de morderte las uñas!” o “¡tus manos parecen muñones!”? Seguramente inmensidad de veces, pero ¿sabes a que se debe este hábito?

Este mal hábito de morderse las uñas se relaciona con otros tics, que puede derivar en un síndrome psicológico. Tras ese mordisqueo de uñas existe una pauta de control en el cerebro que actúa para aliviar los efectos de una situación que rechazamos o nos altera como puede ser estrés, miedo o ansiedad por situaciones como la del coronavirus.

 

La onicofagia es un síndrome psicológico relacionado con el trastorno obsesivo compulsivo. Este síndrome consiste en esa necesidad constante de morderse las uñas, incluso cuando hacerlo puede provocar problemas estéticos, sociales o de salud.

Si te muerdes las uñas, no tienes por qué sufrir onicofagia, ya que para padecerlo es necesario que las consecuencias de este acto sean mucho más severas que tener la uña al ras de la carne. Es decir, este síndrome puede llegar a provocar múltiples lesiones como problemas en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, elevación de los bordes laterales del dedo o incluso la pérdida total de la uña, lo que genera una sensación de vergüenza e inseguridad cuando se muestran las manos en público.

Síntomas

Un hábito que no tiene por qué indicar un trastorno mental, sino que puede ser consecuencia de una mala costumbre. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el hábito de morderse las uñas y la enfermedad psicológica (onicofagia)?

Al igual que ocurre con otros trastornos obsesivo compulsivo, la primera señal que alerta es la aparición de episodios de ansiedad o el malestar mental extremo. Un malestar que solo desaparece cuando la persona realiza alguna acción en concreto; en este caso, morderse las uñas.

Al mismo tiempo, la persona que sufre onicofagia suele verse asaltada por numerosas emociones negativas generadas por morderse las uñas de manera compulsiva como vergüenza o culpa. Normalmente tratarán de esconder sus manos en público, a que el aspecto físico de sus dedos suele estar deteriorado, y en casos extremos esta vergüenza por mostrar el estado de sus manos puede hacer que la persona evite cualquier contacto social.

Causas

La mayoría de los especialistas aseguran que una de las principales causas por las que se tiende a morderse las uñas es por ansiedad. Se trata de una vía de escape que termina convirtiéndose en algo habitual y común, que con el paso de tiempo puede ser una mala manía, u onicofagia causada por:

Componente innato

Algunas investigaciones apuntan a que determinadas familias podrían tener una mayor propensión a desarrollar ansiedad, padecer conductas compulsivas o tener tendencia a obsesionarse. Es decir, el morderse las uñas seria un acto de calma ante situaciones como esas.

Mal aprendizaje durante el desarrollo

Este hábito es una evolución directa de otros como por ejemplo chuparse el dedo pulgar. En la mayoría de los casos se mantiene desde la niñez y si no se intenta evitar, va empeorando con el tiempo.

Estrés diario

Situaciones las cuales la persona con onicofagia no controla o desconoce que pasará (como la pandemia actual), le generan grandes niveles de estrés que de manera inconsciente se refleja en morderse las uñas. Acto que se mantiene hasta que es capaz de controlar ese episodio.

Salud emocional

Es un rasgo típico de personas que padecen frustración, rabia, baja autoestima, timidez, con tendencia a preocuparse, y perfeccionistas. Se sabe que este trastorno es mucho más habitual en esas personas que tienen niveles muy altos de emociones negativas, como ansiedad, preocupación, o incluso aburrimiento.

Presencia de otro trastorno subyacente

Trastornos psicológicos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) o el de ansiedad generalizada. También cobran especial importancia grandes y drásticos cambios en la vida de la persona, como pueden ser un accidente, un divorcio o la muerte de un familiar.

Tratamiento

Dejar este hábito malsano puede ayudar a tú salud tanto a nivel psicológico como emocional y social.

Usar técnicas conductuales que te ayuden a identificar cuales son las causas que te generan estrés, inseguridad o directamente saber porque te muerdes las uñas.  Una vez identificada intenta reducir este mal hábito y controlar las causas que te lo generan. Asociar este acto con algo desagradable, de tal manera que le sea más sencillo dejar de hacerlo.

El acto de la onicofagia consiste en introducir las uñas en la boca y morder, pues bien, para evitarlo cada vez que vayamos a llevar a cabo ese mal hábito come un chicle, bebe agua o toma un caramelo, pero intenta tener la boca ocupada masticando.

Ahora más que nunca los guantes son un aliado para nosotros ya que evitan el contagio del coronavirus, pero lo son más como tratamiento infalible para dejar de morderte las uñas.  Actúan como barrera, y como consecuencia reduce el contacto de bacterias entre la mano y la boca.

En los casos más leves se recomienda hacerse una manicura. El ver las uñas arregladas y bonitas (aunque solo sea con un brillo), hace que te pienses 2 veces si merece la pena estropearlas. Existe un método que se llama Raylex da brillo a las uñas, pero también hace que dejes de mordértelas. Una mezcla única de extracto de pomelo y denatonio (la sustancia más amarga del mundo), por lo que es ideal para ayudarte a dejar este mal hábito.

Sabías que ...

 

  • Las manchas blancas en las uñas no son causa de deficiencia de calcio
  • Entre un 28 y 33 % de los niños menores de 10 años se muerden las uñas.
  • El 75% de las personas con TDAH también presenta el hábito de morderse las uñas.
  • La mayoría de personas con onicofagia se deshace de este hábito por su cuenta aproximadamente a los 30 años.