Y tú, ¿te consideras adicto al móvil?

 

Hoy en día, ¿quién no tiene móvil? Juegan un papel cada vez más importante en nuestras vidas, nos aportan unas ventajas y unas facilidades que nos hacen difícil prescindir de ellos. Los utilizamos para todo: para realizar operaciones bancarias, para comprar, para hacer fotos o para chatear con alguien que se encuentra en la otra punta del mundo (o incluso en la habitación de al lado). Pero su uso excesivo puede pasarnos factura.

El uso del móvil en sí mismo no es adictivo, se habla de dependencia cuando este es excesivo, inadecuado y aparece una extrema necesidad de estar permanentemente conectado.

El miedo irracional a no llevar el móvil siempre encima se conoce como nomofobia. La persona afectada experimenta un alto grado de ansiedad, intranquilidad y malestar, como consecuencia del estrés que les genera el saber que están desconectados.

Te recomendamos plantearte algunas preguntas:

 

Según diversos estudios, se estima que más del 50% de usuarios de móviles son dependientes de este. Y tú, ¿te consideras dependiente de tu móvil? Te lanzamos algunas preguntas que te podrían ayudar a darte cuenta de que lo eres:

 

  1. ¿Te pones nervioso cuando se está terminando la batería de tu móvil?
  2. ¿Tu entorno te dice que siempre estás mirando el móvil?
  3. ¿Interfiere el móvil en tu concentración a la hora de trabajar, estudiar…?
  4. ¿Revisas continuamente si has recibido algún mensaje o llamada, aunque sea poco probable porque lo has tenido delante?
  5. ¿No te separas del móvil cuando te mueves por casa?
  6. ¿Utilizas mensajes para tratar temas importantes y así evitar el enfrentamiento físico con las personas?
  7. Si olvidas el móvil al salir, ¿sientes como si te faltase algo?

Efectos negativos del uso del móvil:

 

Algunas de las consecuencias negativas del excesivo uso del móvil:

 

  • Pérdida de concentración. 
  • Aumento del peligro en situaciones como conducción o a la hora de cruzar un paso de peatones.
  • Pérdida de interés por las relaciones sociales presenciales.
  • Dependencia emocional de la cantidad de mensajes o llamadas recibidos.
  • Problemas de sobrecarga de cuello, manos o dedos.

¿Cómo «desintoxicarnos» de nuestra adicción al móvil?

 

Esto solo se trata de una serie de consejos para ayudar a corregir nuestros malos hábitos con el móvil, si consideras que esta situación de dependencia es excesiva, acude a un experto que te ayude a reaccionar de manera adecuada.

 

  1. Intentar no usar el móvil más de dos horas al día.
  2. Desactiva las notificaciones.
  3. Coloca el móvil boca abajo o fuera de tu vista.
  4. Si no es necesario, déjalo en casa de vez en cuando.
  5. Algunas apps pueden ayudarte, las hay que te mandan una notificación o no te dejan usar más la app a partir de determinado tiempo de uso.
  6. Borra aplicaciones inútiles.
  7. Llama en vez de escribir.
  8. Cuando quedes con alguien, dale tu móvil para así evitar mirarlo todo el rato.
  9. Activa el modo nocturno todas las noches, o el modo avión si es necesario.
  10.  Acostumbra a tus contactos: no siempre tienes que contestar al momento.

Sabías qué...

En un día normal, una persona suele pasar 170 minutos conectada a su Smartphone. Esto quiere decir que nuestro móvil nos ocupa casi 3 horas de nuestro día.