Entrevista a Inmaculada Durán una mujer luchadora, deportista y emprendedora que decide tomar cartas en el asunto ante un problema por el que pasan muchas personas que sufren cáncer.
- Buenos días, Inma, como hemos mencionado anteriormente eres una auténtica luchadora. Te has enfrentado a una batalla de la cual saliste ganadora hace unos años, y actualmente te encuentras en otra contra el Cáncer de mama metastásico ¡cuéntanos un poco sobre esto!
Si bueno, en febrero de 2016 me diagnosticaron un cáncer de mama del cual empecé con tratamiento en marzo y del que me operaron extirpándome 18 bultos del brazo izquierdo. Y hace un año tuve que pasar por quirófano porque me detectaron que ese cáncer había evolucionado hacia un cáncer de mama metastásico, que ahora afecta al hígado, esternón y un pulmón.
Con este cáncer no me siento enferma, tengo una vida plena que incluso me ha ayudado a darme cuenta de que en mi vida anterior no era feliz, llegué a preferir una quimio antes que trabajar donde trabajaba.
- ¿Qué sensación se produjo en ti cuando te dijeron que tenías cáncer?
Cuando te diagnostican el cáncer lo primero que se te pasa por la cabeza es que vas a vivir una temporada de terror en un hospital encerrada. Al principio piensas “esto va a poder conmigo”, pero cuando me senté en el sofá, me di cuenta de que de lo que yo había pensado que era, a lo que vi al sentarme allí, no tenía nada que ver con ir a trabajar a la compañía donde llevaba 25 años trabajando. Ahí supe que mi infierno lo había vivido en el trabajo anterior.
Lo malo de una enfermedad no es la enfermedad, es donde te lleva la mente. Es peor la mente que lo que te ocurre.
- ¿Dónde dirías que experimentaste una mayor sensación de desconocimiento durante todo este proceso?
Estuve la mayor parte del tiempo que nadie me decía nada, los oncólogos tienen tanta carga en el trabajo que no podían ayudarme más allá del tratamiento, por lo que empecé a investigar por mi cuenta y hablar con gente que estaba en la misma situación que yo.
Hay un desconocimiento de cómo cuidarnos de los efectos causados por el tratamiento, cuidado de la piel, pelucas, y esto es una necesidad.
- Durante el duro proceso contra el cáncer ¿qué es lo que te hace seguir luchando?
Sin duda los buenos resultados que está teniendo nuestra marca Viventie, no sólo a nivel de pacientes oncológicos, sino en pacientes con psoriasis, o quemaduras de alto grado. Y por otro lado la piragua, la cual me dijeron que no podría volver a coger y acabé subiéndome a ella.
- Tras decirte que no ibas a poder hacer piragüismo de nuevo, decidiste no parar y montarte en una piragua para demostrarte que podías, y ahí estás unos años después ganando una medalla en el DRAGONBOARD ¿Cuál dirías que fue tu experiencia más bonita encima de la piragua?
Así es, este año he competido en Dragonboard y he ganado la medalla en el campeonato de Europa, pero sin duda mi experiencia más bonita fue cuando me apuntaron a una competición de piragüismo de 5 kilómetros, los cuales no había podido prepararme por mi salud en ese momento, pero finalmente acabé compitiendo.
Llegué en la última posición (cuando solía llegar de las primeras), y aun así mientras estaba en la piragua me di cuenta de que, aunque los médicos me dijeron que no podría volver a remar ahí estaba yo, superando mis límites y remando contra la metástasis. Entonces vi que lo importante no era el puesto, sino demostrarme a mí misma que era capaz de superar ciertas limitaciones.
- Como bien has mencionado anteriormente, eres emprendedora de una innovadora marca de cuidado de la piel llamada Viventie ¿Cuál es el motivo que te hace crear esta marca?
Durante el proceso de quimio, tuve un pequeño inconveniente donde me pusieron un catéter que me impedía ducharme con normalidad. Empecé a buscar algo que me dijo el médico que había en Estados Unidos que en España no. Después de 1 año conseguí importarlo aquí a España, para que los pacientes en la misma situación que yo pudieran ducharse con tranquilidad, eso fue una primera idea de este proyecto.
Por otro lado, durante todo el proceso de la quimio yo me encontraba muy bien, pero muy mal con la piel, a pesar de que yo se lo decía a mi oncólogo, el simplemente me decía que me hidratase. Empecé a probar productos de todas las farmacias y de todos los tipos, pero yo seguía teniendo efectos secundarios en la piel como dermatitis, descamación… y esto fue avanzando hacia el rostro.
Encima de verme sin pelo, sin cejas y sin pestañas tenía descamación en la cara y picores que me producía. Así que después de mucho probar y llegar a sentirme defraudada cuando llegué a pagar una crema de 200 que no hacía nada, pensé que como yo había muchos pacientes. Comencé a investigar sobre las propiedades de los ingredientes utilizados en cosmética natural y empecé a buscar laboratorios que me ayudasen a fabricar una cosmética para la piel del paciente oncológico. Después de años he conseguido una línea que se utilice para los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, y con unos resultados realmente buenos y motivadores.
Sentirme engañada y ayudar a personas que estaban en la misma situación que yo me hicieron crear esta marca.
- ¿Tras este nombre (Viventie) existe algún significado?
Se llama así por el significado de «Vive en ti», tienes que pensar en ti, tienes que cuidarte, tienes que valorarte, y si de algo te avisa la enfermedad es que te tienes que cuidar y pensar más en ti misma.
- ¿Qué te ha enseñado la enfermedad?
Que el tiempo es muy valioso, si hoy estoy viva disfruto de hoy y ya veré mañana, también a saber decir que no y a eliminar de mi vida a gente tóxica que me hace perder el tiempo. No tengo paciencia, pero por lo menos tengo fuerza para superar mi enfermedad.
- ¿Hay algo que te haya marcado especialmente en relación con la enfermedad?
Hace poco me encontré con un paciente hombre, que me dijo: “me siento solo, mi familia no sé porque en vez de apoyarme ha empezado a despreciarme”. Me llegó al alma y me hizo ver como hay un vació total para los hombres que sufren cáncer. Las mujeres estamos más respaldadas, ya que hay muchas asociaciones para nosotras y somos muy empáticas, fácilmente nos ayudamos y entendemos, pero para los hombres no hay nada.
- Por último, si tuvieras que lanzar un mensaje de todo lo que te enseñó y enseña a día de hoy el cáncer ¿cuál sería?
La actitud y la positividad es determinante en esta enfermedad, en mi caso con cáncer metastásico, puede ser o un infierno o una realidad que te ha tocado vivir pero que puedes hacer de ella la mejor experiencia.
El otro lado de la batalla
El cáncer no solo afecta a los pacientes, sino también a toda la familia. Cuando a alguien se le diagnostica el cáncer por primera vez, es posible que los familiares y amigos no sepan cómo actuar.
Coger la mano desde el momento en el que dan la noticia, y demostrar que vas a estar ahí siempre, en sus días de quimo, en sus noches sin dormir o en sus momentos de no puedo más. Quieres a esa persona y todo lo que te importa es que esta etapa sea lo menos difícil para ella, pero ¿qué pasa con la gente cercana, familia, amigos o incluso nosotros mismos?
Aparecen unos sentimientos que se mezclan entre el optimismo o la esperanza y el miedo o la tristeza hacia ese temor por perder a quien queremos.
Muchas personas que tienen un familiar con cáncer piensan que su sufrimiento es secundario. Creen que la prioridad es el paciente y que el malestar de los familiares es menos importante y para no hacer más grande el problema, lo deben ocultar.
Se enfrentan a un proceso doloroso donde ven cómo esa dichosa enfermedad les deja sin pelo, les causa dolores, les produce sensibilidad y les crea una dura realidad. Es un proceso de adaptación continuo, donde se experimentan cambios inesperados e incontrolables, donde la enfermedad puede ser un potencial peligro de separación o de fortalecimiento de la familia.
Por ello es imprescindible brindar apoyo conjunto en ese círculo, permitiros expresar sentimientos, y ayudaros a tomar decisiones difíciles de manera conjunta, ya que el cáncer es una enfermedad que impacta a toda la familia a nivel físico, psicológico, social e intelectual, y que va acumulando un agotamiento progresivo, en el cual experimentan angustia, depresión e incluso soledad.
Desde Inmaculada Durán y su lucha con humor, hasta los familiares y su apoyo incondicional, queremos mostrar el duro proceso al que se enfrentan estos luchadores desde las distintas caras del cáncer.