Podemos encontrar dos tipos de enfermedades: agudas y crónicas. Las enfermedades agudas (por ejemplo un catarro o una gripe) suelen durar relativamente poco tiempo. 

Sin embargo, las enfermedades crónicas son enfermedades de larga duración y progresión generalmente lenta. Son la principal causa de muerte e incapacidad en el mundo. Entre las más comunes podemos encontrar las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la diabetes. De los 35 millones de personas que murieron de enfermedades crónicas en el año 2005, la mitad tenían menos de 70 años y la mitad eran mujeres. Son casi siempre incurables, lo que no implica necesariamente que se trate de una enfermedad grave o que ponga en riesgo la vida de quien la padece, por ejemplo: algunas como el cáncer o el SIDA lo hacen, pero enfermedades como el asma y la artritis también se tratan de enfermedades crónicas.

Padecer una enfermedad crónica no solo afecta a nivel físico, también tiene un gran impacto psicológico, emocional, social e incluso económico. 

El proceso de aceptar y adaptarse al hecho de padecer una enfermedad crónica requiere tiempo y mucho esfuerzo, sobre todo a edades tempranas.

Diagnóstico de las enfermedades crónicas 

 

El diagnóstico precoz juega un papel muy importante, cuanto antes se intervenga en el desarrollo de una enfermedad crónica, menores podrán ser sus consecuencias.

El diagnóstico varía según el tipo de enfermedad que se esté afrontando. Por ejemplo, para el ictus se realizan análisis de sangre y exámenes instrumentales como el TAC o la resonancia magnética, mientras que las enfermedades genéticas se diagnostican mediante pruebas de ADN específicas.

¿Se pueden prevenir las enfermedades crónicas y sus consecuencias?

 

Para prevenir este tipo de enfermedades, o experimentar una mejora si se padecen, es esencial construir un estilo de vida saludable. Con pequeñas acciones en nuestro día como mantener una alimentación saludable, no fumar o hacer deporte, además por supuesto de seguir el consejo o el tratamiento prescrito por el médico.

¿Por qué últimamente hay más enfermedades crónicas?

 

El principal motivo es el envejecimiento de la población, además de los avances médicos que han permitido que se cronifiquen enfermedades que en su momento fueron consideradas mortales.

Una mejor higiene y la aparición de antibióticos permitieron controlar muchas enfermedades infecciosas y agudas que han hecho aumentar la esperanza y la calidad de vida. Esto ha derivado en el envejecimiento de la población, cobrando mayor importancia las enfermedades crónicas (que se caracterizan por su evolución lenta).

También hay que considerar lo que se conoce como prulipatología, es decir, la asociación de dos o más enfermedades que puede complicar la situación del enfermo.

Algunos consejos que te pueden ayudar a seguir adelante

 

  • Habla con tu familia, amigos y médico, es vital exteriorizar lo que te ocurre para empezar a asumirlo. Al principio será complicado, pero es importante intentarlo.
  • Infórmate: saber cómo evolucionará la enfermedad te preparará para los cambios que deberás afrontar.
  • No abandones tus hobbies. Te ayudará a afrontar cada día con una sonrisa y energía. Detalles así aportan normalidad a tu vida.
  • Cuídate. Este consejo sirve a todo el mundo: mantén un estilo de vida saludable, verás como en poco tiempo comienzas a sentirte mejor.
  • Busca una comunidad en la que apoyarte. Conocer y hablar con personas que patologías similares te servirá para compartir experiencias y sentimientos.

Sabías que

En España en la actualidad, el 17 % de la población (unos 7 millones y medio de personas) es mayor de 65 años y hay:

  • 13 millones de hipertensos
  • 4 millones de diabéticos
  • 2 millones de asmáticos
  • 1,8 millones de bronquíticos crónicos
  • 1,6 millones de pacientes con insuficiencia cardíaca
  • 1,2 millones de pacientes con cardiopatía isquémica