A muchas personas más que un alivio, volver a la calle después del confinamiento les supuso un tremendo esfuerzo, acompañado de sentimientos de ansiedad o tristeza entre otros. Esto es lo que conocemos como el «síndrome de la cabaña».
Miedo a salir a la calle, alteración del sueño y dificultad para la concentración solo son algunas de las consecuencias de este síndrome.
Se suele dar en personas que viven solas o que tienen poco contacto con el exterior, además no es exclusivo de esta época, cualquier persona es vulnerable de padecer este síndrome en cualquier momento.
Síntomas del síndrome de la cabaña
Como hemos mencionado anteriormente, las alteraciones en los patrones de sueño son uno de los síntomas más frecuente. Además podríamos destacar:
- Efectos a nivel cognitivo: falta de concentración y empeoramiento de la memoria.
- Gran esfuerzo a la hora de realizar tareas cotidianas.
- Excesivo miedo a retomar la rutina y las relaciones sociales.
- Efectos a nivel emocional: nerviosismo, depresón, ansiedad, frustración, angustia, temor…
¿Cómo podríamos afrontar esta situación?
Obviamente, si te encuentras ante esta situación y no sabes cómo afrontarla, lo primero que debes hacer es buscar ayuda profesional. Aún así, dejamos algunos consejos que podrían resultar útiles:
- Plantea objetivos realistas: remota tu vida normal poco a poco, afrontando primero las situaciones que menos ansiedad te generen.
- Crea una rutina en tu día a día: marca unos horarios básicos, con el fin sobre todo de evitar pasar demasiado tiempo inactivo (siestas muy largas, excesivo tiempo con el móvil…). En la medida de lo posible, plantea también salidas al exterior.
- Mantente activo, realiza ejercicio físico.
- Trata de mantener contacto social: puedes empezar por las redes sociales mediante mensajes o videollamadas, y cuando te sientas preparado, trasladarlo progresivamente al exterior.
- Transmite tus emociones: comunícate con tus seres queridos, con las personas que son importantes para ti. También es importante no invalidar las emociones negativas, aunque supongan un mal trago también son necesarias.
Principales afectados
Como hemos mencionado anteriormente, cualquier persona es vulnerable de padecer este síndrome, pero es un hecho que hay determinados colectivos con más probabilidades:
- Personas que ya padecen alguna patología de salud mental: esta situación puede agravar la sintomatología que lleve asociada su enfermedad.
- Personas pertenecientes a grupos de riesgo, ya que la insistencia en tener especial cuidado al salir de casa puede incrementar el sentimiento de miedo.
- Aquellos que han pasado el confinamiento solas: a nivel psicológico no es fácil, y si además lo has pasado aislado, puede aumentar el sentimiento de vulnerabilidad. Esto es porque de alguna forma se han desacostumbrado al contacto tal y como lo conocíamos hasta ahora.
Sabías que ...
¿El síndrome de la cabaña no es nada nuevo? Su origen se sitúa en el s XX, y su nombre original es «cabin fever». En esta época muchos colonos americanos se veían obligados a pasar largos periodos de tiempo en sus cabañas, sobre todo en invierno, llegando a experimentar síntomas depresivos, ansiedad y una sensación de enjaulamiento.