La onicofagia, o más comúnmente conocido como “morderse las uñas”, es uno de los hábitos más extendidos en los niños y adolescentes hoy en día.
Este hábito supone diferentes consecuencias negativas no solo relacionadas con el físico, sino también con el ámbito emocional y social. En nuestra entrada de hoy hablamos sobre las preguntas más frecuentes relacionadas con este tema tan interesante y a la vez tan común.
¿Qué es la onicofagia?
La onicofagia es el nombre científico asignado al hábito compulsivo que sufren las personas que se muerden las uñas de forma frecuente. Esto es algo que puede provocar problemas a largo plazo, ya que suele producir infecciones, deformaciones y todo tipo de alteraciones relacionadas con la dermis.
¿Cuáles son sus causas?
- Estrés.
- Calmar situaciones que le generan estado de ansiedad.
- Miedo.
- Timidez o baja autoestima.
- Problemas laborales, personales o sociales.
- Nervios.
¿Tiene riesgos?
La mayoría de veces suelen ser casos leves que van disminuyendo con el paso del tiempo, por ejemplo, el aspecto descuidado de las manos, ya que las uñas suelen estar dañadas manifestando los siguientes síntomas:
– Deformación en las uñas.
– Lesiones en las cutículas.
– Heridas.
Existen casos más graves en los que la uña termina muy dañada y pueden aparecer las siguientes complicaciones:
- Infecciones por bacterias, hongos o virus pudiendo dañar la boca, las encías y las uñas.
- Pérdida de la uña.
- Desgaste dental.
¿Tiene solución?
Sí tiene solución, aunque este hábito sea difícil de controlar.
La onicofagia requiere una gran fuerza de voluntad y control sobre uno mismo. Además, existen muchos remedios caseros y productos farmacéuticos que pueden ayudar a disminuir la frecuencia con la que una persona se muerde las uñas. Otra solución eficaz es acudir a un psicólogo quien ayudará a controlar y eliminar el hábito, ya que como se ha mencionado anteriormente en la mayoría de los casos la onicofagia se produce por determinadas situaciones de estrés, ansiedad o problemas personales.
¡Recuerda que siempre debes consultar tu caso con un médico o especialista!
Sabías qué…
Este problema afecta al 20-45% de la población, siendo más frecuente en niños y adolescentes y suele desaparecer en la edad adulta.