Tras la propuesta de la Asociación Europea de la Depresión, desde 2004 se celebra cada año el día europeo de la depresión. Solo en Europa existen 30 millones de pacientes con depresión crónica, y en el mundo se estiman unos 350 millones de casos.

Todos nos hemos sentido tristes o decaídos, pero, ¿qué es la depresión? Según el National Institute of Mental Health (NIMH) se trata de un trastorno del estado de ánimo que causa síntomas de angustia, que afectan a cómo se siente una persona, cómo piensa y cómo coordina sus actividades diarias. 

En circunstancias normales, ese sentimiento de tristeza desaparece al poco tiempo. Para recibir el diagnóstico de depresión, los síntomas citados anteriormente tienen que estar presentes todos los días o la mayor parte del día durante al menos dos semanas.

Tipos más frecuentes de depresión

Según el NIMH, los tipos más frecuentes de depresión son:

  • Depresión grave: cuando se tienen síntomas de depresión la mayor parte del día, casi todos los días, durante por lo menos dos semanas y estos interfieren con su capacidad de realizar actividades cotidianas como trabajar, dormir, estudiar o comer. Puede ser que una persona tenga un solo episodio de depresión mayor en su vida, pero es más normal tener varios.
  • Trastorno depresivo persistente o distimia: cuando estos síntomas duran por lo menos dos años. La persona que ha sido diagnosticada con este tipo de depresión puede tener episodios de depresión mayor junto con períodos de síntomas menos graves.

Además, hay algunas formas de depresión que se dan en circunstancias concretas, como pueden ser:

  • Las mujeres que sufren depresión durante el embarazo sufren depresión perinatal, después del parto se trataría de depresión postparto.
  • El trastorno afectivo estacional se trata de un tipo de depresión que, por lo general, comienza con el inicio del otoño o invierno y termina cuando comienza la primavera y el verano.
  • La depresión psicótica ocurre cuando además de depresión grave, la persona afectada tiene alguna forma de psicosis, como delirios o alucinaciones.
¿Cuáles son las señales y síntomas más frecuentes de depresión?

Antes de nada, aclarar que la depresión no afecta de la misma forma a todo el mundo. Por ejemplo, las mujeres tienen más tendencia a sufrir depresión, las personas mayores suelen tener síntomas menos evidentes o más dificultad para reconocer que los tienen, o los niños pequeños pueden fingir estar enfermos, negarse a ir al colegio o aferrarse a sus padres.

En cuanto a los síntomas, la tristeza solo es la punta del iceberg, de hecho, puede ser que una persona deprimida ni siquiera se sienta triste. Algunos ejemplos de síntomas pueden ser: 

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”
  • Pesimismo o falta de esperanza
  • Culpabilidad, inutilidad o impotencia
  • Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos
  • Pérdida de energía, fatiga o sensación de que está más lento
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Dificultad para dormir, despertarse temprano por la mañana o dormir demasiado
  • Cambios en el apetito o el peso
  • Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio
  • Inquietud o irritabilidad
  • Dolores y molestias, entre ellos, dolores de cabeza y calambres, o problemas digestivos, sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento.
¿Cómo ayudar a una persona deprimida?

Aquí os dejamos algunos consejos que podemos encontrar en la Guía de Recomendaciones al Paciente de trastornos depresivos de la Comunidad de Madrid. Por una parte, si un ser querido está deprimido: 

  • Entender que la persona no está así porque quiere. No es “una debilidad de carácter” ni un signo de dejadez o pereza. 
  • Actitud comprensiva y abierta: evita infravalorar el problema con frases como “ánimo que es sólo algo de los nervios, ya te han dicho que no tienes nada” y escuchar sin juzgar. 
  • No agobiarse por “no saber qué decir”, la mayoría de las veces no se tiene por qué decir nada, ni dar respuestas ni explicaciones ni encontrar culpables: con escuchar es suficiente. 
  • Transmitir el convencimiento de que saldrá de su situación con ayuda profesional, ya que existen tratamientos eficaces y mostrarle cariño, sin agobiar ni sobreproteger. 
  • Estar alerta a los comentarios o alusiones al suicidio para informar al profesional que le trata y si se sospechara la intención someterle a vigilancia estricta. Permitirle hablar con calma de ello; no tratarle como si fuera un irresponsable ni agobiarle con preguntas o consejos. Hablar de ello puede ayudar a la persona a que se desahogue, y así disminuya su angustia.
  • Proponer conversaciones e invitarle a actividades que solían gustarle. Nunca imponerlas como necesarias para salir de su situación. 
  • Adaptarse a los cambios que puedan surgir en la relación a partir de la depresión y/o a partir de la terapia. 
  • Ayudarle a seguir el tratamiento médico y/o psicológico pautado hasta el final.
Recomendaciones para una persona deprimida

Y por último, algunos consejos que pueden ser útiles en el caso de que sufras depresión: 

  • Se trata de un trastorno mental que requiere tratamiento, la superación de una depresión no depende del paso del tiempo ni de su fuerza de voluntad.
  • Si sientes que presentas síntomas depresivos que suponen una alteración grave o fuera de lo normal, coménteselo a los profesionales sanitarios de Atención Primaria (médico habitual, enfermera). 
  • Reconocerse los propios méritos: salir de la cama, ducharse, vestirse; pueden suponer en ocasiones un importante esfuerzo que uno debe valorar como muy positivo. 
  • Quizás le ayude hacer un listado diario de “cosas buenas” que han ocurrido durante el día. Ver a un amigo o familiar, recibir una llamada telefónica, abrazar a un ser querido, salir a dar un paseo o que haga buen tiempo, son sucesos positivos que pueden ocurrir con frecuencia y que no siempre se valoran en su justa medida. En cualquier caso, no se sienta culpable si no siente la misma ilusión con estos sucesos que antes, es un síntoma de la depresión. 
  • Permitirse estar mal, descargarse de obligaciones y exigencias sociales y personales. Hacer lo posible por cuidarse día a día. Hacer al menos tres comidas, regular el horario de sueño intentando no levantarse tarde, evitar tóxicos, hacer algo de ejercicio físico diariamente, procurar no pasarse el día entero encerrado en casa. 
  • Intentar poner palabras a los sentimientos: escribir diarios, cartas, hablar con alguien de lo que le ocurre.

Sabías que ...

 

  • 2,5 millones de españoles padecen depresión.
  • Aproximadamente el 50% de personas que sufren depresión no son diagnosticadas.
  • Las mujeres son más propensas a sufrir depresión que los hombres.
  • Más de diez personas al día se suicidan cada día en España.