Alcohorexia

Una peligrosa combinación de trastornos alimenticios con alcohol que se da cada vez más entre las jóvenes.

La alcohorexia, también conocida como ebriorexia es un trastorno de la conducta alimentaria en el cual la persona deja de comer para poder consumir bebidas alcohólicas con un único objetivo: reducir el peso.

Un trastorno en incremento entre chicas menores de 30 años que para evitar el aumento de peso corporal mezclan la ingesta excesiva de alcohol con la restricción de calorías alimenticias. Es decir, remplazan las calorías de una comida por las calorías del alcohol buscando el equilibrio de la ingesta calórica para no aumentar el peso.

Causas

Muchos especialistas médicos coinciden en señalar que la alcohorexia está muy relacionada con la anorexia, dado que las personas que sufren este trastorno alimenticio suelen a su vez tener miedo de aumentar de peso, de tal manera que tienden a percibirse gordos cuando en realidad están incluso muy delgados.

Es habitual que quienes sufren este trastorno tengan sentimientos de inseguridad, en muchos casos ocasionados por experiencias negativas vinculadas a su figura corporal en las cuales acuden al alcohol como medio para desinhibirse.

Como consecuencia, las personas que sufren alcohorexia creen que si no alcanzan su peso objetivo o consiguen la imagen que desean tener, van a aparecer numerosas consecuencias negativas en su vida: aislamiento social, pérdida de la salud y multitud de situaciones imaginarias intermedias.

Síntomas

El síntoma más importante y el cual comparten las personas con ebriorexia es esa intensa preocupación por mantener su peso e imagen física. Pero también se puede identificar cuando:

• Evita comer o se salta alguna comida.
• Comienza a caérse el pelo de manera contundente.
• Tiene auténtico pánico a engordar, aun estando delgado.
• Bebe alcohol con mucha frecuencia, siempre está dispuesto.
• Sufre desnutrición. Tiene poca energía y siempre está cansado.
• Tiene obesidad abdominal producida por el excesivo consumo de alcohol.
• Cambia su forma de ser. Se vuelve más irritable, susceptible y con constantes cambios de humor.

Riesgos

Un riesgo de este trastorno es el privar al cerebro de una nutrición adecuada a la vez que se consumen grandes volúmenes de alcohol. Pero sin duda el riesgo más peligroso es el de padecer un coma alcohólico el cual puede llegar a provocar la muerte.  

• Trastorno del ritmo cardíaco.

• Alteraciones de la memoria.

• Daño del hígado, como hígado graso, hepatomegalia y cirrosis.

• Déficit de vitaminas, minerales y nutrientes que llevan a un estado de cansancio crónico.